Demonios familiares, de Ana María Matute

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Fecha de publicación: 23/09/2014
Número de páginas: 184

SinopsisDemonios familiares es una historia de amor y culpabilidad, de traiciones y amistad, al más puro estilo de la autora. Transcurre en una pequeña ciudad interior española en 1936, con una protagonista femenina que pronto será inolvidable.

Opinión personal: Tras una muy breve sinopsis oficial, Demonios Familiares esconde las diferentes historias de sus personajes, muy diferentes entre ellos pero iguales en lo que callan. A estas alturas no hace falta volver a repetir que es la última nóvela que escribió Ana María Matute antes de morir, y que tal y cómo quedó, ha sido publicada; inconclusa. La edición que publica Destino está acompañada de los originales, mecanografiados por la autora y con sus propias correcciones y anotaciones hechas de su puño y letra, sin duda todo un acierto.

He de confesar que nunca había leído nada de esta autora hasta la publicación de esta obra póstuma por lo que no podré identificar similitudes o trazar lineas diferenciales respecto a otras novelas. Simple y llanamente podré hablar del título que nos ocupa y la historia que nos presenta en sus escasas doscientas páginas. Y quizás para los que son ya conocedores de la escritura de Ana María Matute esto no les sorprenda, pero a mi, recién descubridora de su estilo, me ha fascinado la capacidad de generar descripciones al milímetro permitiendo al lector sentirse asustado, frustrado, emocionado y enamorado a la vez que su protagonista.

Respecto a la historia, Eva es una joven de dieciocho años que tras pasar el último año en un convento para convertirse en novicia decide volver a casa. Allí se reencontrará con su peculiar familia: su padre (el Coronel) un veterano de guerra postrado en una silla de ruedas, quién siempre la ha dominado y frente al que nunca ha mostrado carácter y a quién nunca ha osado a llevarle la contraria, Magdalena, la ama de llaves y la mujer que la ha criado tras el fallecimiento de su madre, y Yago, el criado que se ocupa servilmente del Coronel. A la vuelta a su hogar, sintiéndose más sola que nunca, decide quedar con Jovita, una amiga de la infancia y de manera inesperada se convertirán en un mutuo pilar de apoyo.

La historia está narrada intercalando pasajes relatados en primera persona por Eva, en los que nos muestra sus sentimientos de primera mano y cada pensamiento que le cruza la mente, con otros escritos en tercera persona, con los que la autora ha querido mostrar otro punto de vista que en ocasiones le convenía para dar la profundidad deseada a esta novela, puesto que es una novela de las emociones de todos los personajes y es así cómo se muestran.

Cada página del libro refleja una absoluta falta de comunicación entre los miembros de esa familia, infinidad de sentimientos reprimidos, deseos callados y soledad a pesar de estar acompañados. Y es que, esos demonios a los que hace alusión el título, no son otros que los ya mencionados: el odio, las órdenes, la falta de cariño, la incomprensión...

Claro que nos habría encantado saber que planes tenía Ana María para estos personajes y que giros nos aguardarían capítulos más adelante, pero es una novela, que por estar inconclusa, no debería dejar de disfrutarse. Cómo escribió Victor del Árbol para la ocasión "No hay mejor epitafio para una gran escritora que tres puntos suspensivos"

Valoración personal: 8/10

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