Esperando a Doggo, de Mark B. Mills

por
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Sobre el libro

Fecha de lanzamiento: Septiembre 2015
Número de páginas: 312
Ficha del libro

Sinopsis: A Dan le gusta conducir despacio, hacer sudokus en su iPhone y disfrutar de una existencia tranquila con su novia, Clara. Pero todo parece haberse torcido en su vida. Su agencia de publicidad se ha arruinado, su director creativo ha desaparecido del mapa y Clara lo ha abandonado sin previo aviso. Lo único que le ha dejado es una carta repleta de recriminaciones y excusas sin mucho sentido y un perro pequeño, blanco y casi sin pelo al que todavía no habían tenido tiempo de buscar un nombre en condiciones. Probablemente el perro más feo que Dan haya visto jamás. Dan se ha convertido otra vez en un hombre soltero y un perro es lo último que quiere en su vida. Buscar un nuevo hogar para Doggo: ese es el plan. Pero a veces las cosas no funcionan como estaba previsto y un amigo de cuatro patas puede ser exactamente lo que Dan necesita.


Opinión personal

La verdad es que no había leído la sinopsis de esta novela, pero solo con ver la portada había sentido ese flechazo; el diseño estaba cuidado y anunciaba un gran amor entre un humano y su perro. Para mí, como amante de los animales, era suficiente.

En el libro se cuenta la historia de Dan y Doggo. Dan es un treintañero residente en Londres que trabaja como creativo publicitario, tiene una vida feliz y tranquila con Clara, su novia desde hace años, y deciden -o más bien lo decide ella- adoptar a Doggo de la perrera. Un día como cualquier otro todo se derrumba. Se queda sin trabajo, Clara se marcha sin decirle siquiera a dónde dejando una carta llena de recriminaciones como despedida y él se queda solo con Doggo, probablemente el perro más feo del mundo, al que nunca quiso adoptar.

Los protagonistas indiscutibles son Dan y Doggo, y capítulo a capítulo iremos conociéndolos y viendo como evolucionan para superar la situación en la que de pronto se encuentran. Dan es un tipo tranquilo, que se toma la vida con filosofía y buen humor y que nos proporcionará numerosas pinceladas cómicas a lo largo de las páginas. Doggo es un perro que, aunque no sea muy guapo, es más inteligente de lo que puede parecer de primeras, y aportará grandes momentos a la historia.
Es un libro realmente fácil de leer, en el que te sumerges desde la primera página, con el que te ríes y sientes ternura, en el que conectas con sus personajes y que te deja con un estupendo sabor de boca.

Para mí son varios los puntos fuertes de esta novela que hacen que vaya un paso más allá de ser simplemente una historia con la que pasar un buen rato; y me gustaría destacar, por ejemplo, cómo el escritor consigue mostrar con gran naturalidad y realismo los vínculos que se forman entre un perro -o gato, o cualquier animal doméstico- y su dueño. No olvidemos que Dan no quería a Doggo, fue idea de Clara y al final acaba teniendo que cargar con él, pero no tardará en darse cuenta de que es su mejor amigo y ha supuesto un gran cambio en su vida.

Por último, y es un mensaje que aunque hay que tener claro todo el año, en épocas cercanas a las Navidades quizás haya que recalcarlo aún más, destacar que Doggo salió de una perrera -conforme avanza la historia averiguaremos de donde vino Doggo y como acabó allí antes de ser adoptado por Clara-. Hay perreras y refugios atestadas de animales por todas partes, animales que buscan una segunda oportunidad o animales que nacieron en la calle y no han sabido ni siquiera lo que se siente al tener un hogar y y una familia que los quiera. Así que no veo un mensaje mejor que este para terminar con esta reseña: ¡No compres, adopta! Regálales una vida.

3 comentarios :

  1. Esta vez no me lo llevo. Parece una novela entretenida pero tengo demasiado pendiente y éste no me atrae especialmente.

    Besos

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  2. Este es un libro que no sólo me regalaria a mi misma, aunque soy más de gatos, sino que, si pudiera, regalaría a mucha gente. Apuntado queda.

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  3. Este es un libro que no sólo me regalaria a mi misma, aunque soy más de gatos, sino que, si pudiera, regalaría a mucha gente. Apuntado queda.

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